miércoles, 17 de junio de 2015

CAUSA ANTILLANCA: declararon los amigos de Julián y el Tribunal dio otro guiño a la impunidad

Por Iván Marín

Walter Torres

Treinta minutos más tarde de lo estipulado, a las nueve de la mañana comenzó la novena audiencia del segundo juicio por el crimen de Julián Antillanca, donde efectivos de la Comisaria IV se encuentran en el banquillo de los acusados. En una decisión repudiada por la querella, el Tribunal en voto dividido aceptó un pedido de la defensa para constrastar testimonios entre el juicio que se está llevando a cabo y el que el Superior Tribunal de Justicia declaró nulo.

Como ocurrió en todas las jornadas precedentes, el Tribunal comunicó desperfectos técnicos, esta vez para registrar en formato video el debate, por lo que solo habrá copias en audio de la audiencia. Declararon amigos que estuvieron en el boliche la noche que asesinaron a Julián.

El primero en prestar testimonio fue Walter Torres, quien comenzó su relato expresando que antes de ir al local bailable hicieron la previa en su casa junto a Julián y Javier Torres, su hermano. Aproximadamente a las tres de la mañana parten del barrio San Carlos, donde se localizaban, rumbo al boliche Ku. Alrededor de las cuatro y media suben los tres a la terraza a fumar, donde se encuentran con otro amigo, Lucas Daniel Soria. Desde allí se percatan de una gresca en inmediaciones del lugar, donde ven a policías golpear a algunos jóvenes. Walter dijo que le lanzó a los efectivos la botella de vidrio con vino que tenía en la mano para que dejen de golpear a los pibes. Inmediatamente aparecen los patovicas del local y lo sacan a él, a Daniel y Julián, aunque Daniel logra quedarse en el boliche porque conoce a una persona relacionada al mismo. Con el paso de los días Walter se enteraría que los pibes folpeados fueron los hermanos Aballay. Una vez afuera se encuentra con Mauro Gastón Limarieri, amigo de ambos, que recién llegaba al lugar. Le hacen ir a buscar las dos consumiciones que incluía la compra de la entrada al lugar y que ambos aun no habían utilizado. Vuelve con dos tragos, al rato Walter y Julián deciden ingresar al boliche trepando por una pared que da a la terraza. Julián lo logra, pero Walter se lastima la mano y no consigue subir. Vuelve a inmediaciones de la puerta, donde conoce Ezequiel Gajardo, que le dice que lo puede acercar a su casa ya que vive en Barrio Sur, y le queda de pasada. Ambos regresan en una camioneta roja conducida por Ezequiel, y Walter se baja en la intersección de Musters y Michael Jones. De allí camina a su casa. Al otro día se entera del fallecimiento de Julián.

El relato de Javier es similar al de su hermano hasta antes de separarse. Javier recuerda que cuando ingresó Julián nuevamente al boliche le dijo el motivo por el cual su hermano no logró treparse. Se quedan bailando y tomando unos tragos, luego dan algunas vueltas por el local y en un momento pierden de vista a Julián. Salen del boliche aproximadamente a las cinco y treinta y se reúnen en grupo, donde estaba Julián. Daniel Soria, que había ido al boliche con otro grupo donde se encontraba Ezequiel Ramírez, más conocido como “El Colo”, le comunica que ellos dos se irán caminando en busca de un taxi. Javier, Gastón y Nadia, que era parte del grupo, se encuentran con Bruno Toledo, amigo también de ellos, quien se mostró preocupado porque decía que un pibe lo quería golpear porque estuvo adentro del boliche con Brenda Monsalves, se trata de un tal Lucas Urbano. Debido a ello deciden irse rápido del lugar cortando camino por barrio San Benito. Julián, alrededor de las seis de la mañana, les dice que él alcanzaría a Daniel Soria y a “El Colo” para volverse en taxi. Javier, Gastón, Nadia, Bruno, Brenda y Daiana, hermana de esta última, se retiran. Daiana a las dos cuadras decide volver. El resto del grupo camina hasta calle Capitán Murga, doblan por Pellegrini hasta Cambrin. Allí Brenda y Bruno continúan, y Javier, Gastón y Nadia doblan hacia la izquierda y se toman un taxi en la parada que está frente a la Escuela N 53. Al otro día se entera del fallecimiento de Julián.


Javier Torres


Luego de un cuarto intermedio de aproximadamente treinta minutos, presta testimonio Gastón Limarieri. Comienza describiendo que llegó al boliche aproximadamente a la cuatro y media de la mañana y allí se encuentra con Julián y Walter, que los habían echado hacía unos minutos. Saca las consumiciones. Relata que al poco tiempo lo vuelve a ver a Julián otra vez adentro, pero que lo pierde de vista hasta que lo encuentra a la salida del boliche. Su descripción de los hechos a partir de ahí es similar a la de Javier. Dice que cuando regresan en taxi se baja en la casa de este último, y de ahí camina a la suya aproximadamente una cuadra y media. Al otro día se entera del fallecimiento de Julián.

Lucas Daniel Soria dice que va en grupo a Ku. En la puerta de ingreso se encuentra con Walter, Javier y Julián. Luego los ve en la terraza. Cuando se produce el incidente y los patovicas los llevan a la puerta para echarlos, se cruza a Emanuel, el dueño encargado del boliche. Le dice que él no tiene nada que ver con lo que pasó, que vino con otro grupo y logra quedarse. Alrededor de las cinco y treinta de la mañana salen del boliche y lo ven a Julián sentado en una baranda. También se cruza con Javier y Gastón, a quienes les dice que se iba cono “El Colo” en busca de un taxi.  Pasan por la Rotando 5 de Octubre y caminan hasta inmediaciones de La Anónima de la Irigoyen. Allí él se toma una taxi a su casa y “El Colo” se va caminando a la suya. Al otro día se entera del fallecimiento de Julián.

La última testigo de la jornada fue Brenda Monsalves. Comenzó relatando que se juntó con su hermana Daiana y Lucas Soto, con quienes fue el boliche. Allí se cruzan a Julián y se lo presenta a su hermana. Toman algunos tragos las dos con Julián. Cuando sale del local bailable observa que Lucas Urbano le quería pegar a Bruno porque había pasado la noche con ella en el boliche. Dice que Lucas poseía un cuchillo de dimensiones importantes con el que amenazaba a Bruno. Se junta con el resto del grupo y deciden irse rápido caminando para evitar agresiones. Daiana da marcha atrás, y vuelve en busca de Lucas Soto para que no se meta en problemas. El resto del relato es similar al de Gastón y Javier. Se fue a su casa y al otro día va a lo de su hermana mayor, donde se encuentra también con Daiana, quien le cuenta que vio una pelea en la Rotonda 5 de Octubre. Le pregunta si en la pelea estaba Lucas, y Daiana contesta que no, pero que le pareció que era Julián, el chico que le había presentado un par de horas antes. Le dice que lo golpearon varios policías. 

La defensa integrada por Fabián Gabalachis y Héctor Castro plantea que observan contradicciones en la declaración que estaba realizando Brenda respecto de la que había efectuado en el primer juicio, en el año 2013. Solicita la posibilidad de constatar el audio de aquel primer juicio con lo que está declarando ahora. La fiscal Mirta del Valle Moreno y la abogada por la querella Verónica Heredia se oponen, aduciendo que aquel juicio fue declarado nulo por el Superior Tribunal de Justicia, por lo que aquellos testimonios carecían de valor jurídico. El tribunal solicita un cuarto intermedio.

Brenda Monsalvez

El tribunal da lugar al pedido de la defensa en fallo dividido. Su presidente Adrián Barrios y Marcelo Nieto de Biase votaron a favor del pedido de la defensa, y Darío Arguiano se opuso. Al respecto, Heredia nos dijo que “hicieron escuchar la parte que Gabalachi decía que había una contradicción, pero en realidad no era así”. Se refiere a una supuesta confusión de Brenda en lo que recuerda que le dijo la hermana respecto a los hechos que vio en la Rotonda 5 de Octubre. Heredia enfatiza que “quedaba claro en la declaración anterior, pero Gabalachis quería que se confundiera”.

Más allá de la declaración puntual donde se demostró que no hubo contradicción, la querellante se mostró indignada por la decisión dividida del Tribunal de validar declaraciones de un juicio declarado nulo. Denunció que le pareció una aberración jurídica, un absurdo, y que esto puede sentar precedente para el resto del juicio. Obviamente, de repetirse este recurso por parte de la defensa puede dilatar al infinito el juicio contrastando declaraciones que ya fueron declaradas nulas con las que se realizan en esta oportunidad. Claramente es un nuevo guiño a la impunidad por parte del Tribunal, que recordemos aceptó el pedido de suspensión de juicio a prueba para Gabriela Bidera, acusada de encubrimiento en este caso, por lo cual luego de purgar dos años de trabajo comunitario se le caería la acusación que pesa sobre ella.

El juicio continúa hoy a las ocho y treinta de la mañana con más declaraciones de los amigos de Julián que compartieron con él aquella fatídica noche. Allí estaremos.

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